martes, 1 de diciembre de 2009

Trenes

¡Qué pasen los trenes por mi cerebro abierto!
Que corran, que pasen fugaces
Que aplasten la nota incomoda de mi inconciente
el verbo cautivo de la boca salada
el verbo de la lengua rota y sangrante.

¡Qué pasen los trenes por mi cerebro abierto!
Que rompan con fuerza las ataduras de mis pensamientos
Que abran mi mente descontrolada y absurda
Que caigan rayos delirantes en mis ojos tristes.

¡Qué pasen los trenes por mi cerebro abierto!
Que brote con fuerza la bilis de las emociones inconexas
de los susurros aterrantes y de la piel sucia .

¡Qué pasen los trenes por mi cerebro abierto!
Que derriben las conciencias colectivas de mi mundo interno
Que desarmen la teocracia de mis letras y mis coplas
y que por fin arranquen la palabra de mi boca

¡Qué pasen los trenes por mi cerebro abierto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario